Termostato: componente clave del sistema de refrigeración de cualquier vehículo
El termostato actúa como dispositivo de control de temperatura en el sistema de refrigeración del motor, evitando que este se sobrecaliente. Es el encargado de monitorear constantemente la temperatura y cuando sea necesario, regular el flujo exacto de refrigerante que debe pasar por el radiador para alcanzar la temperatura de funcionamiento óptima del motor y mantenerla constante. Además de esto, reduce el desgaste del motor, los depósitos y las emisiones.
Alberga un mecanismo bastante simple a la par que eficiente por el cual, mediante un plato de resorte, estas placas abren o cierran bloqueando el flujo según la temperatura y las necesidades del motor en cada momento.
¿Por qué es importante revisar el termostato para detectar averías?
El mantenimiento preventivo y las revisiones periódicas son esenciales a la hora de evitar averías en el termostato, lo que afectaría directamente la eficiencia del sistema de refrigeración y el rendimiento del motor en general.
Evitar que el termostato de nuestro vehículo falle requiere tener en cuenta algunas consideraciones. Una de ellas será asegurar que el refrigerante se reemplace de forma periódica y con cuidado para que no entre aire en el sistema, ya que esto provocaría un sobrecalentamiento y/o sensores defectuosos.
Otro factor a tener en cuenta en el mantenimiento preventivo es la inspección visual. Dolz recomienda inspeccionar el termostato al mismo tiempo que la bomba de agua y la correa de distribución. Reemplazarlos en una misma operación asegurará que las válvulas se monten en la posición correcta y que se eviten fijaciones innecesarias.
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Síntomas de un termostato averiado
1. Lectura de alta temperatura
Los principales síntomas de un termostato defectuoso están relacionados con el sobrecalentamiento del motor. Se puede notar fácilmente porque el indicador de temperatura en el vehículo probablemente mostrará una lectura inusualmente alta. Esto puede deberse a que las válvulas están atascadas en una posición cerrada. Como resultado, el refrigerante no podrá fluir y el sobrecalentamiento dañará el motor.
2. Cambios erráticos de temperatura.
La avería del termostato comúnmente hará que todo el sistema de enfriamiento funcione de manera errática y fluctúe. Atender el indicador de temperatura del cuadro de mandos le permitirá darse cuenta si la aguja sube y baja. Si esto sucede, es probable que se deba a una confusión de temperatura causada por la avería de este componente.
3. Fuga de líquido refrigerante
El refrigerante ayuda a mantener el motor a la temperatura adecuada, y la falta o desequilibrio de este fluido puede afectar su rendimiento. Generalmente si el termostato se ha averiado este permanece en su posición cerrada lo que deriva en que el fluido rebose fuera de la carcasa del termostato.
4. Mayor consumo de combustible
Tanto el sobrecalentamiento como el enfriamiento de más del motor pueden aumentar en gran medida las emisiones de escape y de combustible. Esto sucede porque el vehículo no puede alcanzar su temperatura de funcionamiento. En este caso, lo más probable es que los síntomas del termostato averiado se traduzcan en un mayor consumo de combustible.
5. Ruidos inusuales
Los sonidos provenientes del motor como gorgoteos y retumbos pueden ser el resultado de la ebullición del líquido refrigerante causado por una válvula atascada o por un termostato desgastado.
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